Estos son días, si tienes tiempo para el ocio, en los cuáles te encuentras sin quererlo pensando en cosas en las cuáles creías que no volverías a pensar, y más que creías esperabas. No suelen ser cosas de las cuáles nos queramos acordar, pero son las cosas que nos hicieron en un momento de nuestra vida formarnos como personas de una manera u otra.

Estaba pensando en esos días en los cuáles tu vida cambia de una forma radical, sin tu quererlo o por lo menos sin buscarlo. Es cierto que existen varios episodios de estos, pero por lo general siempre te acuerdas del peor de ellos, del que marco tu existencia para el resto de los días.

En muchos casos el episodio se consigue olvidar, o por lo menos se logra superar, aunque siempre lo tenemos presente de una manera u otra y existe la posibilidad de recordarlo debido a un resorte que todo el mundo tiene.

Si esas cosas que te marcan son de las que no se olvidan es mejor que no trates de luchar contra ellas, tratando de dejarlas en segundo plano, es mejor aprender a sobrevivir con ellas. Y digo sobrevivir porque nadie en esta vida puede hacer algo mejor, hasta los animales en la jungla se portan mejor que lo hacemos los "civilizados" con nosotros mismos.