POSTED BY paspanno on miércoles, agosto 04, 2010 under
LEYENDAS EN LA BASÍLICA DE SAN ISIDORO



"El solar de San lsidoro habla de lo que fueron las raíces de nuestra historia".

Antonio Rodríguez Belzuz, en GUÍA DE LEÓN, Editorial Nebrija.


Un suceso singular en el siglo XII

Don Pelayo, obispo de Oviedo y testigo ocular del suceso obrado en la iglesia de San Isidoro, estima que, como tribulación de la ciudad por la próxima muerte del rey Don Alfonso VI, quisieron creer que el agua que brotó de las piedras del pavimento de la iglesia, anunciaba la partida del rey leonés.

Entonces, el suelo de la ciudad estaba mucho más bajo que hoy. Cuando se derriba algún edificio para construir nuevamente, las grandes máquinas y los transportes sacan fuera del recinto ciudadano los escombros inservibles. Entonces no. Se derribaba y se volvía a construir encima, sin extraer escombro alguno.

Para hacer los tapiales se traían ingentes cantidades de tierra; tierra que había que airearla y moverla, y hacer una preparación que duraba varios meses. Como sobraba mucha tierra poco a poco se iba incrementando el nivel del suelo. Quizá el nivel del suelo de aquella época del siglo XII se halle a unos seis u ocho metros por debajo del actual.

Por el subsuelo de la ciudad circulaban acueductos ya romanos, nacen fuentes y hay abundancia de agua.

Pues, en efecto; el día de San Juan Bautista del arlo 1.109 brotó una abundantísima fuente en el pavimento del altar de San Isidoro; y lo certificó este obispo ovetense y el de León, don Pedro, y la fuente se sostuvo por varios días.

Pasados pocos días, el primero de julio de ese año de 1.109, muere el rey Alfonso VI. El mismo día que murió el rey cesó de manar la fuente.

La comida de Santo Martino

Santo Martino fue un monje de la basílica de San Isidoro, confesor del rey Alfonso IX y de su esposa Doña Berenguela.

Se cuenta que el rey Alfonso IX de niño era ciego, y Santo Martino le devolvió la vista lavando sus ojos con el agua que hacía cincuenta años había manado en la fuente del pavimento del altar de San Isidoro, y que conservaban los monjes canónigos en una redoma. Pues este inquieto monje isidoriano salió viajero por tierras de allende las fronteras de España, para aprender los saberes.

Porque se dice que Santo Martino, en un principio era bastante negado a estudiar las letras pero San Isidoro le obligó a ello, y le obligaba a comer libros; que a tal hace referencia un cuadro que hay en la biblioteca del museo, en que aparece San Isidoro obligando al monje a comer un libro.

Santo Martino se va deteniendo, sin prisas, por los solares franceses y luego propaga en León estas ideas artísticas, y el pueblo fiel le sigue, y cuando en la basílica predica se llenan sus naves y se abarrota el templo, de gentes ávidas de sus doctrinas.

Cuando muere Santo Martino comienza a levantarse la catedral, filigrana de cristal y piedra que, basada en el arte que Santo Martino fue trayendo a León, va a asombrar al reino.

Tanto escribió Santo Martino que cuenta la tradición, dictaba a la vez a siete amanuenses; caso de estos insólitos en la Historia, pues requiere una dispersión de la atención que casi nadie puede alcanzar. Se tiene noticia de que el emperador romano César dictaba cuatro cartas a la vez que él escribía la quinta.

En el retrete de Doña Sancha, sala tocador, se conserva la mano de Santo Martino en un relicario; y tanto escribió que sus dedos se hallan deformados y juntos. Su sepulcro se conserva en la capilla de su nombre en la basílica.

La barrica de Santo Martino

En un lugar de la basílica de San Isidoro hay una barrica de roble. Solamente el abad y el administrador saben el lugar donde se halla esta barrica. Gracias a ello no pudo hallarse ni por la francesada cuando invadió el templo, ni en otras ocasiones tumultuarias en que se ocupó la basílica.

La barrica procede ya del siglo XII; y dícese que la llenó de vino Santo Martino, vino que tiene solera de casi ochocientos años.

Todos los años se observa un ritual ceremonioso. El abad, ese docto abad que rebosa ciencia, leonesismo, tradición y amabilidad, saca un litro de vino y repone dos, de mosto.

Lo hace con sigilo, sin que nadie se entere más que el administrador que le acompaña. Y lo hacen el Jueves Santo, después del Santo Oficio, probándolo los dos canónigos isidorianos. También nosotros pedimos catar el vino, pero el abad, amigo y admirado, nos contestó que antes hay que hacerse canónigo.

En pasadas épocas, el día de la extracción ocurría en la Nochebuena, después de la Misa del Gallo; porque era día de ayuno que ya se rompía tras los divinos oficios, y servían el vino, que creo sabe a néctar y ambrosía de los dioses del Olimpo. Y cuenta don Antonio Viñayo que alguno de aquellos canónigos de otras épocas, tras el trasiego del licor oía cantar el gallo dorado de la torre; ese gallo que remata el románico del templo, y que es como un símbolo leonés.

El abad repone los dos litros de mosto para compensar lo que se extrae y la evaporación e impregnación de la madera.

El rey Don Alfonso XIII, con ocasión de su visita a la basílica mostró interés .por esta tradición y rehusó catar el licor por no romper la costumbre, aunque le había sido ofrecida una jarra de vino, pese a no ser Jueves Santo.

El día de Sábado Santo, en la Vigilia de la Luz, a los amigos isidorianos asistentes a los oficios litúrgicos, que son todos los feligreses, el abad y el Cabildo invitan en las galerías del claustro a un convite de pastas y vino dulce.

Hemos preguntado al abad, don Antonio Viñayo, si también en la Vigilia de la Luz saca vino de la barrica para el pueblo. El dice que la tradición solamente se observa en el Jueves Santo, pero tampoco ha sido rigurosa su negativa de que el Sábado Santo, y entre el vino dulzón para las gentes haya sabores de siglos, porque produce efectos milagrosos de cariño y convivencia; y el Cabildo se halla complacido entre los centenares de isidorianos que se enorgullecen de la acogida y amistad de la Institución.

Dicen que la Constitución de los Estados Unidos nació en la basílica de San Isidoro.

Hay en el interior de la basílica de San Isidoro una capilla denominada "de los Quiñones". Debido al gran ascendiente del conde Luna, se le antojó cuadrar la sala para su enterramiento, y había tapado unas pinturas que hay en sus muros. Es capilla posterior en su construcción a la iglesia, y la puerta estuvo tapiada desde el siglo XV al XX.

Sus pinturas son alegorías, al Juicio Final, para que votasen con justicia los canónigos; porque hay en tales pinturas canónigos que van al infierno, una gran caldera y uno de ellos que también está soplando el fuego para avivarlo.

Esta sala fue capitular, como tiene todo monasterio. Allí se reunían los canónigos para tomar decisiones en votación democrática y secreta, porque votaban con habas blancas y negras.

Y sus estatutos eran tan democráticos que la Constitución de los Estados Unidos de América, dicen que tiene su espíritu democrático tomado de los estatutos de la comunidad agustiniana de los canónigos de esta basílica.

A tal efecto, cuando se redactó la. Constitución americana, cuéntese que, en la mesa de redacción había, a un lado la Biblia y al otro los estatutos de los dominicos.

Los dominicos son una rama de los agustinos. Cuando el padre Aniceto de Pardesevil, León, general de los dominicos, visitó la Casa Blanca fue recibido con honores de presidente de Estado; en agradecimiento a que la Constitución del país se halla inspirada en los estatutos agustiniano-dominicanos, que nacieron en esta sala isidoriana.


POSTED BY paspanno on miércoles, julio 21, 2010 under
Artículo de Fernando Navarro para Efe Eme acerca de el gran artísta americano Roy Orbison

"A nadie se le parte el corazón por el primer amor. Sólo por el último”
“La ley de la horca” (“Tribute to a Bad Man”, 1956), dirigida por Robert Wise.

Cuando el rock’n’roll se popularizó a finales de los cincuenta, Roy Orbison podía haber sido una superestrella, un ídolo juvenil de masas, pero fue un hombre solitario. Como tantos que desfilaron por los cincuenta y setenta, podía haber sido uno de esos chicos con una voz especial y un marcado estilo que se instalaban en las listas de éxito como fulgurantes aves de paso, mientras firmaban autógrafos y bebían las mieles de la fama, pero Roy Orbison no estaba llamado a sonreír al primer tiro de cámara. Tras sus gafas de sol, el caballero de la triste figura escondía siempre una mirada tímida, y en su colosal voz latía la herida del puñal de la nostalgia.

Como en el viejo Oeste, la soledad guarda un encanto distinto y guía los pasos por su propio camino. En el mundo de la música popular, el camino de Orbison se hallaba en tierra de nadie. A pesar de su edad, no perteneció a la conocida Clase del 55, ese grupo de pioneros liderados por Elvis Presley al que se sumaba gente como Eddie Cochran, Gene Vicent, Chuck Berry o Little Richard. Le faltaba el descaro de todos ellos. Apenas surgió poco después del estallido del rock, dentro de esa generación que la industria discográfica moldeó para ofrecer cantantes menos rebeldes, más amables al gran público, que se llamó la generación High School. La frescura y el desenfreno originales perdían fuerza ante la actitud romántica y complaciente. Sin embargo, Orbison planeaba por distintos paisajes sentimentales que Paul Anka, Bobby Darin o Frank Avalon, todos ellos compañeros de generación. Sus canciones cruzaban la frontera de lo humano, caían en el abismo emocional, se teñían de una solemne desazón, hasta hacerse únicas e imperecederas.

Nacido en 1936 en Vernon, en el Estado de Texas, Orbison se crió en pleno desierto. Con menos de diez años, ya tenía una guitarra y se las arreglaba para tocar en la emisora local. Con la llanura como principal horizonte, no es de extrañar que empezara su carrera musical en el country. Su primera banda, los Wink Westerners, pasa a llamarse los Teen Kings y con ellos graba ‘Ooby dooby’, su primer tema importante para la casa Sun Records. Sam Phillips ve en él a un tipo con un interesante potencial para el rockabilly, pero en ese género Orbison no consigue despuntar. De alguna manera, el chico inocente y retraído no transmite la fuerza y atractivo de Johnny Cash o Elvis Presley. Tampoco en el sello RCA, a las órdenes del gran Chet Atkins, se desarrolla el potencial de Orbison.

Asentado en las raíces pero sin un estilo majestuoso, el músico pasa por ser un artista más que correcto con destacadas cualidades vocales. Sin embargo, su fichaje por la discográfica Monument supone el cambio definitivo. Se deja de imposiciones y explora su sentido musical marcado por el drama, la emoción desbordante. Canciones de menos de cuatro minutos que se desenvuelven como un torrente sentimental, cogiendo fuerza, hasta terminar en una cascada de instrumentos y una voz en el infinito. ‘Only the lonely’ es el punto de inflexión de su carrera, que llega a lo más alto de las listas de Estados Unidos y Reino Unido. La primera de una serie de baladas que revelan a un músico excepcional en el terreno de las emociones.

Con su voz estratosférica y esos arreglos operísticos, Orbison desarrolla en el comienzo de los sesenta una carrera repleta de éxitos. Durante cinco años, desde 1960 a 1965, consigue 17 tops, entre los que destacan ‘Crying’ o ‘In dreams’, con la cumbre de ‘Oh, pretty woman’. Una vez que se ha quitado la etiqueta de cantante de rockabilly, el músico se reconoce en su ámbito baladístico, en la nueva intensidad que adquieren sus viñetas musicales sobre el deseo, el amor perdido o la oportunidad fallida. Orbison se convierte en otro destacado rastreador de la soledad hiriente que forma parte de la mitología de EE UU.

La soledad que acompaña a la búsqueda personal, el anhelo que guía los pasos hacia la promesa incierta de una tierra prometida, la tristeza que se respira en la medianoche de la vida, cuando lo único verdadero son los acompasados latidos del corazón. Con el desamparo etéreo de sus baladas, Orbison se sitúa en esa línea narrativa y vital de la soledad norteamericana, un afán que ya nacía en el aire lúgubre del capitán Ahab, en el “Moby Dick” de Melville. O en el desencanto y fragilidad de Scott Fizgerald, en los rutilantes años veinte, cuando afirmaba: “Cuando oscurece, siempre se necesita a alguien”. Es la noche estrellada de Jack Kerouac en su obra “En el camino”, “esa noche que es una bendición para la tierra, que oscurece los ríos, se traga las cumbres y envuelve la orilla al final, y nadie, nadie sabe lo que va a pasar a nadie excepto que todos seguirán desamparados y haciéndose viejos”. El llanto perdido de ‘In dreams’, una de las pocas canciones que fueron compuestas única y exclusivamente por él e incluida en la película de David Lynch “Blue velvet”, guarda el mismo instante solitario, el mismo hechizo, que todas esas obras y que cualquier trasnochador, pintado en la penumbra, de Edward Hopper.

"Su mujer Claudette, a la que dedicó una canción, sufre un accidente de moto y muere. Dos años más tarde, su casa es pasto de las llamas y en el incendio fallecen dos de sus hijos. El músico es víctima de la desdicha, se encierra en sí mismo y desaparece de la vida social durante años”

Pero la vida se encargó de que el personaje de sus canciones fuera también una existencia real. La tragedia se llevó por delante la vida de Orbison. En 1966, su mujer Claudette, a la que dedicó una canción, sufre un accidente de moto y muere. Dos años más tarde, su casa es pasto de las llamas y en el incendio fallecen dos de sus hijos. El músico es víctima de la desdicha, se encierra en sí mismo y desaparece de la vida social durante años. A partir de entonces, la aureola trágica que rodea a Orbison adquiere una categoría sobrenatural al verle escondido en sus gafas oscuras, con su sonrisa rota, interpretando canciones como ‘It’s over’, ‘Falling’ o ‘In the real world’. Es el forajido que conoce sus fantasmas, y los invoca.

A mediados de los setenta, varios músicos empiezan a reivindicarle. Linda Ronstadt o Don McLean recuperan clásicos suyos como ‘Blue bayou’ o ‘Crying’, respectivamente. John Lennon llega a afirmar que siempre quiso parecerse a Roy Orbison por encima de cualquier otro músico. Bruce Springsteen le rinde tributo en su épica ‘Thunder road’. “Roy Orbison está cantando para los solitarios. Esto lo que soy y sólo te quiero a ti”, escribe el de Nueva Jersey. Emociona aún más verle en los ochenta en los grandiosos Traveling Willburys, ese proyecto espontáneo, divertido y fabuloso que reunió a Bob Dylan, Tom Petty, George Harrison, Jeff Lynne y el mismo Orbison. Fichaje de última hora, Orbison se suma cuando andaba cerrando su magnífico disco “Mystery girl”, producido por Lynne. En el documental de aquellas sesiones de grabación en Malibu, se ve el respeto que le profesan todos. Allí están todo un Dylan y un Harrison, piezas angulares de la historia de la música popular, pero Orbison es el padre de familia. Nadie duda de su categoría. Lo dicen todos. Cuando Roy canta, se para el mundo. Existe una lejanía en su canto al que no llega nadie. Pone los pelos de punta observar cómo Dylan, Harrison, Petty y Lynne retroceden un paso cuando en ‘Handle with care’ llega la hora de Orbison.

Este respeto también se palpa en el magnífico “Black & white night”, homenaje a toda una carrera que reúne a Elvis Costello, Springsteen, Tom Waits, Jackson Browne, T-Bone Burnett, Bonnie Raitt, J.D. Souther y k.d. lang. Esta cosecha de oro se rinde ante sus paisajes sentimentales y su intensidad operística. En blanco y negro, hay una complicidad artística con el músico que con sus canciones les acompañó durante su adolescencia e inspiró sus posteriores obras. Según Waits, una balada suya era suficiente para llenar la noche con una chica. Tras emborracharse de Orbison durante su juventud, el propio Waits, vagabundo bendito, bardo callejero, autoestopista nocturno, aseguró a la revista “Newsweek” en 1976: “Hay una soledad común que se extiende de costa a costa. Es como una inconexa crisis de identidad común. Es la oscura, cálida, narcótica noche americana”. Posiblemente, esa noche americana, la de las grandes llanuras con estrellas o la de las palpitantes luces de neón al girar la esquina, guarde el secreto del llanto estratosférico de Roy Orbison, que recorre con ardor las tribulaciones del alma.

Roy Orbison - Oh, pretty woman


Traveling Wilburys - Handle With Care
POSTED BY paspanno on domingo, junio 06, 2010 under
Nuevamente este año, Estrella Damm trae uno de los mejores anuncios para este verano. En esta ocasión, el título es Sant Joan, aunque yo lo llamaría “A veces lo que buscas está tan cerca que cuesta verlo” y está grabado nuevamente en las Baleares, aunque a diferencia de 2009, que fue en Formentera, en 2010 ha sido en Menorca.


La canción que aparece en el spot, también muy pegadiza (y que nos vamos a hartar de oir) se titula Applejack [descargar] y es del grupo australiano The Triangles (nada que ver con la canción, con el mismo título, de Dolly Parton):

Pa pa pa pa pa pa pa
rararara ra pa papapapa
rarararapapapapa
Pa pa pa pa pa pa pa
rararara pa pa papapa
rararara…
-
Pa pa papaparara
Pa pa papaparara
Pa pa papaparara
Pa pa papaparara
-
(One two, one two three four!)
-
Raise your hands
and sing it with me
Sometimes the strongest
and most wonderful things
are those we cannot see
Sing a song (pa pa papaparara)
sing a song (pa pa papaparara)
well about how things seem
more important at night
-
Raise your hands
and sing it with me
Sometimes the strongest
and most wonderful things
are those we cannot see
Sing a song (pa pa papaparara)
sing a song (pa pa papaparara)
well about how things seem
more important at night
-
So sing apples, sing drumkits
Sing moonlight, sing lungfish
And sing a song (sing a song!)
mitochondria wow
wow wow woooh…
-
Raise your hands
and sing it with me
Woooooh!
Sometimes the strongest
and most wonderful things
are those we cannot see
Sing apples (pa pa papaparara)
sing drumkits (pa pa papaparara)
Sing moonlight (pa pa…)
sing lungfish
-
Raise your hands
and sing it with me
Sometimes the strongest
and most wonderful things
are those we cannot see
-
(pa pa papaparara)
POSTED BY paspanno on martes, marzo 30, 2010 under
Amy MacDonald


Versión original de Bruce.
POSTED BY paspanno on sábado, marzo 13, 2010 under
Artículo sacado del blog Cosinas de León.

Casa Don Valentin


El proyecto original de Francisco Javier Sanz y Martínez (1892-1955), arquitecto también del Gran Hotel de la Toja, es del año 1923 y contempla la construcción de un hotel (de nombre "Terminus") en la zona que ocupa el actual edificio, más dos bloques de viviendas en la prolongación del solar hacia el norte, todo ello promovido por el industrial Valentín Gutiérrez. La iniciativa surgía ante la proximidad de la estación de ferrocarril y junto a la conexión con la ciudad a través del puente de hierro de E. Saavedra (1863).
A la vista del proyecto que se conserva en el archivo municipal, en la ejecución sufrió notables modificaciones, tanto en altura como en distribución y diseño de fachadas. Inaugurado en 1929, se destinó al uso previsto sólo una pequeña parte del edificio con el nombre de hotel del Norte, también por referencia a la cercana estación de ferrocarril. Más tarde todo el edificio quedará destinado a viviendas de renta. El portal del chaflán conserva los vanos que daban acceso a la oficina y sala-escritorio del proyectado hotel.


La fachada del edificio finalmente construido, inspirado en el estilo cosmopolita de los grandes hoteles madrileños levantados años antes y que seguían el modelo iniciado por el Gran Hotel (1867) de C. Brodrick en Scarborough (Yorkshlre. Inglaterra), se compone de tres cuerpos superpuestos, muy diferenciados horizontalmente: un basamento pétreo almohadillado que abarca dos plantas; un cuerpo central a partir del balcón volado de la planta principal, que contrapone a los vanos -decrecientes en altura en las diversas plantas conforme se asciende y recercados en toda la vertical- un remate horizontal de galerías con volutas pareadas que sostienen un potente voladizo en el quinto piso; y, por último, la coronación, resuelta con una terraza retranqueada y cubierta inclinada con mansardas. Verticalmente la fachada se resuelve con dos elementos en chaflán rematados por cúpulas octogonales y paños intermedios de ladrillo, limitados en los extremos por galerías voladas continuas que se completan con frontones muy ornamentados de inspiración rococó.
La construcción tuvo cierta dificultad por cimentarse en zona de aluvión, lo que exigió utilizar pilotes de madera de roble y grandes zapatas de hormigón, aunque el resto es de muro de carga de ladrillo en dobles crujías y forjado de vigueta metálica y rasilla de ladrillo, excepto el local de la planta baja que se resuelve con pilares de hierro roblonado -aunque el proyecto menciona hormigón armado-, y los forjados de la última planta y la cubierta que se ejecutan con madera. Se utilizaron materiales de calidad: basamento de caliza, fachada de ladrillo macizo, piedra artificial y revocos pétreos, cubierta de pizarra con cúpulas y buhardillas de zinc, portales y cajas de escalera con zócalo y peldañeado de mármol blanco y negro, puertas de gran formato en forja para los portales y madera para las viviendas, entarimados de pino norte en el interior, miradores y ventanas de madera, torpemente sustituidas por aluminio en algunos pisos,... Para la Iluminación del sótano se Introduce el uso de vidrio moldeado en lucemarios a nivel del pavimento. Fue de los primeros edificios en la ciudad que dispuso de ascensor, aunque se ha perdido el original de madera -encajado entre las barandillas del hueco de escalera- espacio que ha visto alterada su imagen al incluir cierres opacos para la nueva caja del ascensor.
Durante la guerra civil, fue uno de los edificios a los que se le asignaron usos defensivos ya que, por tener sótano, se consideraba que podía utilizarse como refugio para la población civil frente a posibles ataques aéreos. Un incendio arrasó la cubierta en 1993, siendo reconstruida prácticamente en su forma original. El rótulo del callejero situado en la fachada sur, está tallado por Julio del Campo Porta, conocido por las escuelas que promovió en la calle de su nombre, donde esculpió bajorrelieves e inscripciones en toda la fachada.
Las proyectadas casas de alquiler para el resto del solar -en dos bloques iguales de cuatro viviendas por planta, incluso en semisótano- y que afortunadamente no llegaron a construirse, hubieran sido ejemplo, frente al edificio hotelero, de especulación y hacinamiento, por la ocupación absoluta de la parcela con estancias indiferenciadas de 6 m2 de superficie media -casi todas interiores y con ventilación a través de otras o de patinejos de hasta 4 m2-, dormitorios con acceso a través de las cocinas, cuartos de aseo reducidos al espacio para el inodoro..., lo que, como consecuencia de otros muchos intentos que sí se llevaron a efecto, obligaría a establecer una normativa sobre condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas, ya tardíamente, en 1944.

Fuente: Colegio de Arquitectos de León
POSTED BY paspanno on lunes, febrero 01, 2010 under

Muchos seguramente sepan perfectamente donde se encuentra la estatua del Pensador realizado por Victor de los Rios en el Campus de Vegazana pero lo que quizás no sepan es que relación tiene esa estatua con un calendario lunar.

Pues bien, en la década de los años 50 del pasado siglo se realizaron los trabajos de reforestacion en lo que hoy conocemos como pinar de Camposagrado y que hasta entonces no era mas que un páramo sin apenas vegetación. Con motivo de los citados trabajos se descubrió mas o menos hacia el kilómetro 22 de la carretera a la Magdalena una serie de construcciones megalíticas de grandes proporciones que los técnicos de la época identificaron como un gran calendario lunar conformado a base de grandes cantos rodados enpotrados en el suelo. La ignorancia de la época, la falta de interés administrativo o la codicia de algunos, hicieron que aquellas piedras fueran destruidas por las brigadas forestales y vendidas por cien mil pesetas, perdiéndose para siempre y de forma irreparable un monumento prehistórico sin el mas mínimo estudio al respecto.

Así pues una vez vendidas estas piedras algunas de ellas fueron a parar hasta El Portillo para servir de peana a la citada escultura. Allí estubo durante varios años en la entrada a León, donde muchos la recordarán, hasta la construcción de la sede de la entidad Caja España.



Con motivo de estas obras la escultura y las piedras que la sostenian se trasladaron al Campus universitario y allí han permanecido hasta hace apenas un par de años cuando por motivos de la nueva urbanización en los alrededores del Campus también fue retirada del lugar que ocupaba. El año pasado fue de nuevo reubicada en otra zona del campus pero ahora con un soporte distinto, perdiéndose definitivamente las pocas piedras que quedasen de aquel calendario lunar de Camposagrado.


Como funcionaba el calendario lunar de Camposagrado.

Formando una especie de abanico cuyas varas las formaban hileras de 28 morrillos. En el eje una gran piedra. La dispersión del material nos impide sacar más relaciones que sin duda tenía.

Las varas del "abanico " en su parte más ancha estaban orientada al saliente. Esto ha hecho suponer a algunos que era un templo solar y que el gran morrillo central era objeto de veneración colocado al poniente del conjunto. Por la misma idea se ha visto en la raíz etimológica de Val-SEMAN-a el significado de Ocaso por estar al poniente del Valle y en Benllera se ha visto la raíz de SALIENTE por estar al saliente de su valle. Con ello se pretende indicar la presencia de cultos, precristianos, al sol en la zona.

Al no conocerse el círculo completo podemos especular que sus líneas marcaban la salida del sol o de la luna, que como es sabido varían a lo largo del año aproximadamente 80 grados. La inclinación de las sombras de las piedras nos indicaría en que mes estábamos pues la fila correspondiente al mes en cuestión proyectaría sombra sobre la piedra siguiente, mientras las otras fila proyectarían su sombra hacia un lado.Dentro del mes sabríamos en que día estamos porque la sombra varía su longitud a medida que avanza el mes.


POSTED BY paspanno on lunes, febrero 01, 2010 under

He aquí la historia de uno de los edificios de León que sigue en estado de abandono hasta que alguien le rescate para darle un uso, esperemos que sea uso cultural puesto que para eso se diseñó y hace falta en esta ciudad ese tipo de actividades culturales que nos den algo más de empaque como ciudad.
Es el teatro Trianón que sigue durmiendo el sueño de los justos... veremos a ver durante cuánto tiempo.



Fue proyectado por el arquitecto Javier Sanz en 1946, autor también de otros significativos edificios en la ciudad como el hotel Oliden o el teatro Emperador en colaboración con otro insigne leonés D. Gonzalo de Cardenas.
El edificio es un clásico exponente de arquitectura situacionista del Ensanche de León. Esta situado entre dos calles del Ensanche (Avda. Ramón y Cajal, 25 y C/ La Torre), formando esquina, lo cual condiciona fuertemente su diseño. Dada la forma de esquina del teatro, el autor resolvió su acceso mediante un acceso principal por la propia esquina. La sala de cine tenía una capacidad para 1.250 espectadores (800 de ellos en el patio de butacas y 450, en el anfiteatro). El edificio tiene una superficie de 2.300 metros cuadrados, repartidos en: sótano (450 metros), baja (730), anfiteatro (580) y oficinas y otros (540).; con un anfiteatro al que se accedía por una escalera a la imperial, ubicada en el vértice en el que se produce el acceso. La cubierta se resolvió con cerchas metálicas. Tiene incoado expediente de Bien de Interés Cultural del 24 de Noviembre de 1986. Tenía una cúpula con unos maravillosos frescos y unas vidrieras en el Hall.



El Trianón, que costó la «friolera» de 800.000 pesetas de los años cuarenta, fue concebido desde un principio como teatro y sala de cine hasta su cierre en 1986, cuando se transformó en discoteca, sin embargo un tiempo después, y dado el auge de los espacios de Ocio infantil bajo techo, el Trianón se convirtió en el Indiana Bill de León. Actualmente se encuentra cerrado y sin futuro a la vista.























Como anécdota, indicar que parte del patio de butacas fue rescatado tras su conversión en discoteca y actualmente forma parte del salón de actos del Colegio Público La Palomera.


POSTED BY paspanno on domingo, enero 03, 2010 under

El precio de la vivienda en España continúa sobrevalorado en un 55%, según el semanario británico The Economist, que ha creado un índice de medición del valor razonable que deberían presentar los pisos, basado en la relación entre el importe de venta de los inmuebles y el precio de los alquileres.

El método se basa en un criterio similar al de la relación precio beneficio de las acciones (PER). Cuando el precio de la vivienda dividido entre los ingresos del alquiler se sitúan por encima de su media histórica, estaríamos ante un síntoma de que la vivienda está sobrevalorada. Y viceversa: cuando esta ratio se sitúa por debajo de esta media histórica, la vivienda estaría infravalorada.

The Economist concluye en su reportaje que algunos mercados ya se están estabilizando, después de los precios hayan caído lo suficiente como para corregir los excesos de la burbuja inmobiliaria global. Sin embargo, otros permanecen sobrevalorados y, al mismo tiempo, los precios siguen cayendo, como en Francia, España e Irlanda.

Respecto al caso español, el semanario británico ha aplicado su método de análisis a las cifras publicadas desde 1975, que dan una sobrevaloración del 55%. En cambio, apunta que, si la media de la tasa de alquiler se calcula desde 1990 en adelante, el mercado español estaría sobrevalorado en un 24%, similar al registro de Irlanda.

The Economist también aclara que este método de valoración no es perfecto, ya que el precio del alquiler no tiene en cuenta las modificaciones que experimentan los tipos de interés reales. Así, recuerda que España e Irlanda han disfrutado durante un largo período de tiempo de un mayor precio 'justo', que ha motivado asimismo una prolongada tendencia al alza.

El índice de análisis arroja, además, una conclusión destacada. Así, confirma que la crisis de la vivienda en EEUU ha situado los precios por debajo de su media histórica. Basándose en el índice nacional Case-Shiller -no en el de las diez mayores ciudades-, los precios de las casas habrían caído un 3% por debajo de su valor teórico en el tercer trimestre de 2009.

En cambio, la corrección de los precios de la vivienda no se ha generalizado. En Reino Unido, los precios siguen subiendo y la vivienda todavía seguiría sobrevalorada en un 28%. Por ello, el semanario afirma que el sector inmobiliario, al margen de en algunos mercados concretos -como EEUU- parece estar lejos aún de tocar fondo.

POSTED BY paspanno on lunes, diciembre 14, 2009 under
Bajo esta alegoría construyo Saramago una de mis obras preferidas suyas, ahora voy a hacer una interpretación libre del estado actual.

No voy buscando la inteligencia, ni es el viaje hacia la autosuficiencia mental, creo que eso ya lo conseguí, pero si busco el modo en que me gustaría vivir.

Llega el momento en el cuál de repente te encuentras solo dentro de la caverna y mirando a un lado y a otro lo único que ves que tienes es NADA, tan sólo hay oscuridad y negrura en la mugrienta y húmeda caverna. Entonces llega la pregunta de cómo llegaste a esta situación y que hacer para tratar de salir de ella, está claro que las cosas cambian y no siempre a mejor, pero tienes que ser consciente de los cambios y tratar de afrontarlos de la mejor manera profunda.
Vamos a tener que tomar una decisión, o quedarte en la caverna e intentar pasar esa situación lo mejor que puedas el resto de tu vida, o tratar de salir de ella, lo que nos puede llevar al camino contrario y adentrarnos más en la oscuridad de la misma... es fácil entender que emprender este viaje solo y sin compañía hasta algún lado (el cuál no sabes cuál es) da miedo.

Decides hacer el viaje y de nuevo te das cuenta que lo que hiciste no te vale para absolutamente nada, estás ahí tu y tu destino, cara a cara, pero tan sólo estas tú. Bueno palparemos las paredes y avanzaremos en una dirección, esperando que sea la correcta y poder encontrar el camino hacia la salida y ver de esta manera de nuevo la luz y la claridad que de sentido a todo lo que vas a pasar durante el viaje.

En fin ya sabes, necesito entrar en los sueños de alguien o seguir o simplemente avanzar solo hacia adelante de la mejor manera posible, sabiendo que las cosas cambian y teniendo que adaptarte a los nuevos cambios... difícil sabes que dirección tomar.
POSTED BY paspanno on viernes, diciembre 11, 2009 under
Os dejo la canción del último disco de Quique González (Daiquiri Blues), Su día libre. Muy buena letra, aunque para mí la debería haber titulado NECESITO ENTRAR EN LOS SUEÑOS DE ALGUIEN (debo de estar en esos días tontos).
Desyuno en el bar viéndolas,
hay una rubia cargando el rifle,
la llevé a cenar a un lugar horrible en su día libre.

Tuvimos una pelea y luego descubrí que no se le corría nunca el rimmel.
Ahora toca esperar que le vuelvan a dar su día libre.

Mientras veo la ruta pasar, mi madre ya no espera a nadie,
mañana vuelvo a tocar en alguna parte y
necesito entrar
en los sueños de alguien.

Duermo en el Central,
voy a los billares,
vivo en la escena del crimen
La lleve a bailar,
me beso de cine
en su dia libre.

Mientras veo la ruta pasar, mi madre ya no espera a nadie,
mañana vuelvo a tocar en alguna parte y
las cosas ya han pasado mi página,
mañana vuelvo a tocar en alguna parte y
necesito entrar
en los sueños de alguien,
y necesito entrar
en los sueños de alguien.




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