Hoy recuerdo muchas cosas, algunas buenas y otras no, más bien se recuerdan las cosas malas por mucho que querramos olvidarlas. Tan solo entiendo y de forma poco fiable la capacidad que tiene la gente de no recordar de donde venimos y de pensar tan solo en ellos.

Lejos de ponerme alegre recuerdo siempre la gente que se fue, con el sentido de amargura que te dejan cada vez que te acuerdas de lo que pasó y de lo que hiciste. Nunca se piensa que la última vez que te despides de alguien puede ser la última, pero si lo pensasemos serian siempre muy tristes todas nuestras despedidas.

Hoy recordando cosas me he puesto a pensar en una pregunta que la humanidad se lleva planteando hace tiempo ¿Hacia dónde vamos? Realmente no creo que nadie sea consciente de las miserias humanas, puesto que pocos ven más alla de su propio cuello, muchas veces no se es capaz de ver ni siquiera a la gente que se aprecia y tiene cerca, y esto indica como está nuestra sociedad. Quizá y solo quizá necesitemos dar entre todos un golpe en la mesa y cambiar esto de una vez. NO ES POSIBLE que mientras algunos pocos no saben que hacer con el dinero en los paises del primer mundo se pase apuros para llegar a fin de mes y en los del tercer mundo ni siquiera se planteen el futuro más allá de la comida, si es que tienen algo para llevarse a la boca.



Esta foto es la de la tumba de Julio Verne en París, y la coloco porque siempre me ha recordado que aunque nos muramos debemos de dejar algo por el que merezca la pena haber estado en este mundo. Tal vez llegue la hora de que nos recuerden como una sociedad comprometida con algo y no solo por la absoluta dejadez que nos producen los demás mientras tengamos nuestra vida solucionada.